En los 20 años que llevo como consultor y entrenador empresarial, siempre me he relacionado con muchas personas que desarrollan roles directivos y que tienen gente a cargo, y he observado que unos son líderes por imposición o por posición y otros por inspiración o su nivel de influencia en otros. A continuación quiero compartir contigo una de las principales cualidades de esas personas que son como un imán para las relaciones y que les facilita que otros los sigan con muy buena voluntad, así que iniciemos: ¿Qué es lo que hace que una persona quiera seguir a alguien? ¿Por qué la gente obedece de mala gana a unos mientras que a otro lo sigue apasionadamente con todo el compromiso? ¿Qué es lo que diferencia a los líderes filosóficos de los líderes exitosos que guían con efectividad en el mundo real? La respuesta está en el carácter de la persona, en su fuerza interior, en el ser impecable con su palabra.
Mi estimado lector, ¿sabes si tienes lo que se necesita para convertirte en un gran líder, el tipo de líder que atrae a la gente y hace que las cosas sucedan? Por eso te invito a observarte con valentía y a responderte con sinceridad, ¿cuáles son esas cualidades que requieres para convertirte en un gran líder y así poder alcanzar tus sueños más retadores?
La forma en que un líder trata con las circunstancias de la vida dice mucho de su carácter. La crisis no necesariamente forma el carácter, pero sí lo revela. La adversidad es el cruce de dos caminos donde una persona tiene que elegir uno de los dos: carácter o compromiso. Cada vez que escoge el carácter, la persona se vuelve más fuerte, aun cuando esa elección traiga consecuencias negativas.
El desarrollo del carácter es el centro de nuestro desarrollo y del desarrollo del alma, no solo como líderes sino como seres humanos. ¿Qué debemos saber sobre el carácter?
1. Carácter es más que hablar, cualquiera puede decir que tiene integridad, pero la acción es el indicador real del carácter. Tu carácter determina quién eres. Lo que eres determina lo que ves. Y lo que ves y como interpretas lo que sucede determina lo que haces. Es por eso que nunca se puede separar el carácter de un líder de sus acciones. Si las acciones e intenciones del líder están en constante contradicción, entonces observa su carácter para encontrar el porqué de esta división.
2. El talento es un don, pero el carácter es una decisión Hay muchas cosas en la vida sobre las que no tenemos control. No podemos escoger a nuestros padres. No podemos seleccionar el lugar ni circunstancias de nuestro nacimiento y crecimiento. No podemos seleccionar nuestros talentos o nuestro coeficiente intelectual. Pero sí podemos escoger como desarrollamos nuestro carácter. En realidad, el carácter lo estamos creando cada vez que tomamos una decisión; evadir o confrontar una situación difícil, doblegarnos ante la verdad o mantenernos bajo el peso de ella, tomar el dinero fácil o pagar el precio. A medida que vivimos y hacemos elecciones, estamos formando nuestro carácter.
3. El carácter, la fuerza interior produce éxito duradero con las personas. El verdadero líder siempre hace participar a otras personas. (Como dice el proverbio sobre liderazgo, si piensas que eres un líder y nadie te sigue, entonces estás solo dando un paseo.) La gente no confía en líderes que tienen poco carácter.
4. Los líderes no pueden ir más allá de los límites de su carácter ¿Has visto alguna vez a personas altamente talentosas que repentinamente se desubicaron cuando lograron cierto nivel de éxito? La clave de este fenómeno es el carácter. Por eso vemos muchas veces que la gente que alcanza grandes niveles de logro, pero carece de un carácter sólido que los sostenga, no logran manejar el estrés al que los expone la nueva situación y van de cabeza al desastre. Y el destino de estas personas es gobernado por una o más de las siguientes características: arrogancia, profundos sentimientos de soledad, una búsqueda destructiva de aventuras, inmoralidad, drogas, o adulterio. Cada una constituye un precio muy alto a pagar por un carácter débil.
REFLEXIONEMOS
Si crees que una de estas cuatro características te identifica o te ha absorbido, tómate un descanso. Haz lo que sea para alejarte de lo que te causa estrés en tu éxito, y busca ayuda profesional. No pienses que la situación en la que ahora estás, pasará con el tiempo, con más dinero, o con un aumento del prestigio. Las grietas no detectadas en el carácter no solo se profundizan más, sino que se vuelven más destructivas y toxicas con el tiempo.
Para finalizar te invito a construir esta cualidad día a día, pregúntate si normalmente tus palabras y acciones concuerdan. Cuando dices que vas a terminar un trabajo, ¿siempre lo terminas? Si le dices a tu hijo que vas a asistir a su presentación o a su juego de futbol, ¿estarás allí? ¿Puede la gente confiar en tu palabra como si se tratara de un contrato? Cuando dirijas a otros en la casa, el trabajo, la comunidad, reconoce que tu carácter es tu más importante posesión, no la negocies por nada del mundo, la verdad no vale la pena. Un feliz transitar por el camino del liderazgo, constrúyelo y crece.